Año litúrgico 2019 – 2020 – (Ciclo A)
Lectura:
«El Espíritu llevó a Jesús al desierto para que el diablo le pusiera a prueba».
Meditación:
Las tres tentaciones de Jesús sintetizan las turbulencias básicas comunes a toda existencia humana. En la primera, Jesús explica que lo más importante para el ser humano no se reduce a la lucha por la supervivencia: la vida está llamada a ser más. La segunda tentación es la de querer someter a Dios a las condiciones que consideramos necesarias para creer en él. Jesús nos revela que a Dios se llega por la confianza, por eso, Jesús no se tira del pináculo del templo sino que se queda en la cruz. Por último, la tentación del poder. Un cristiano tiene que preguntarse siempre no sólo «qué hago con el poder que me ha sido confiado» sino también «en qué me convierte».
Oración:
Bendito seas, Señor, tú y sólo tú.
Permíteme adorarte en cada momento de mi vida y ayúdame a serte siempre fiel.
Acción:
Participa del sacramento de la Reconciliación para salir de tu desierto
SÓLO TU, ERES SEÑOR
Frente a otros que quieren dominarnos
Frente a otros que nos quieren controlar
Frente a otros que nos quieren derribar
SÓLO TÚ, ERES SEÑOR
Cuando me ofrecen cosas apetitosas
Cuando me dicen que me aleje de Ti
Cuando gritan para que yo no te escuche
SOLO TÚ, ERES SEÑOR
Si camino y me desvían mi paso
Si te miro y me obstaculizan para no verte
Si te rezo y me llaman para distraerme
SÓLO TÚ, ERES SEÑOR. Amén